Llegamos a la última etapa del desarrollo del umbral del lactato. Hemos recorrido un camino desde su conceptualización, su aplicación práctica, hasta desmitificar algunas creencias erróneas que lo rodean. Comprender cómo se relacionan todos estos hitos fisiológicos puede ser una tarea compleja, lo admito. Además, las tendencias de moda en el mundo del entrenamiento a menudo nublan la visión de una metodología clara pero adaptable que oriente la forma de entrenar. Desde mi perspectiva como entrenador, inspirado por colegas y experiencias prácticas, quiero subrayar que la cantidad y la calidad son dos pilares inseparables en el proceso de entrenamiento.
El secreto reside en encontrar el equilibrio. Un ejemplo interesante de este equilibrio lo proporciona Don Talbot, quien lideró la natación australiana en la década de los 90. Él entendió que para mejorar la natación en su país, era necesario incorporar nuevas perspectivas. En una nación donde el entrenamiento centrado en el umbral del lactato era predominante, la decisión de incorporar a un entrenador ruso especializado en biomecánica y velocidad, que desafiaba todos los paradigmas existentes, representó un acto de equilibrio. La lección aquí es clara: la innovación puede ser valiosa, siempre y cuando se mantenga en equilibrio con las bases establecidas. Si esperan encontrar respuestas definitivas en este capítulo, tal vez se lleven una sorpresa. La complejidad del umbral del lactato y su aplicación en el entrenamiento de deportes de resistencia no admite soluciones simples, pero el camino hacia el entendimiento y el dominio de esta área es apasionante y está lleno de posibilidades.